Amiguito anfibio

Creo que ya hace una semana que estoy hecha percha. Tanto ir a la playa y/o a Torres me destruye la pata mocha, lo que sumado al colchón de merde que hay en mi habitación termina por matarme. Al menos casi todos los días me puedo pegar una siestita en la hamaca paraguaya…

Así que ayer no fui a la playa (de mañana, al menos) y me tiré en la hamaca aprovechando la soledad. Al rato me llamó Mr. Dorima (para que le abriera) y grande fue la sorpresa de que venía con el baldecito del heredero en la mano. ¨Para que la cuides¨ me dijo: tenía una minúscula tortuguita.

 

This little buddy was lost in the sea. Hopefully we'll find it a new home in a lake.

Una foto publicada por Antares (@antares_chan) el

No supo explicarse como, pero encontró la chiquitina nadando en el mar… Siendo que esta especie es de río, igualita a unas que supe tener en mi infancia.
No sé si sería por lo joven y diminuta, pero siempre que le acercaba la mano se asustaba mucho y no quiso comer la carne que le ofrecí. Me dio pena que no tuviéramos carne cruda, esa seguro la comía… Pero no había, así que lo mejor fue liberarla lo más pronto posible en un lugar más acorde.

Al principio pensé en Lagoa do Violão, en Torres, por tratarse de una laguna grande y donde vi varias tortugas. Después recordé que las tortugas no tienen mucho drama con el canibalismo y que las que vi eran bien grandotas. Pensé también en ciertos charcos que hay a los costados de la ruta… Pero también recordé la tortuga que vi tratando de cruzar dicha ruta (en medio de todos los autos) y si bien volví a pasar y jamás vi el cuerpo, decidí que mejor no.  Lagoa do Violão repetinamente no sonaba tan mal.

Me llevé el baldecito al coche para llevarla a Torres, pero ni bien salía del pueblo noté que había unos laguitos artificiales justo en la entrada. El lugar era amplio y no estaba taaan pegado a la ruta (ni hablar del poco tránsito que tiene este pueblucho) así que ahí la dejé. Ahora solo me resta desearle lo mejor.

En esa misma salida fuimos efectivamente a Torres, solo para encontrarla super desierta. Mr. Dorima no pudo tirarse con el paraglider por haber demasiado viento y encontramos nuestros puestos favoritos de comida cerrados. Para colmo, un agua viva lo agarró a mi hermano en la playa de Itapeva. Ya le había pasado a Mr. Dorima la semana pasada, pero esta vuelta fue peor. :S

Aun así dimos varias vueltas (que me destruyeron el pie), me compré una hamaca paraguaya super chula y terminamos en el Restaurante Souza, donde volví a pedir el pollo ¨a la gaviota¨ que tanto me había gustado la vuelta anterior.
Nota mental: aprender a preparar el arroz ¨a la griega¨ con que acompañan todo en ese restaurante. Va como piña, especialmente con papas fritas. :9

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