The Casual Vacancy de J.K. Rowling

La verdad es que tengo que reconocer la genialidad de Jo-Kath Rowling. No tanto su talento literario que si bien lo tiene, está sabiendo aprovecharlo al máximo. Y ni siquiera estoy hablando de fama y fortuna, sino de algo más profundo. Una suerte de compromiso social, si se quiere así llamarlo.

Por esto me quito el sombrero ante la mamá de Harry Potter. Lo hiciste de maravilla, negra. (¿?).

«The Casual Vacancy» es un libro complicado. No por su complejidad (al contrario), sino porque tiene tantos personajes que para entenderlo uno tiene que mudarse al pueblito de Pagford. Creo que no fue hasta la mitad del libro que me consideré realmente «asentada» y familiarizada con la población y el entorno.
Las descripciones que hay del el libro cuentan de un pueblo «en guerra»: Adultos contra jóvenes, maridos contra esposas, ricos contra pobres y la más amplia variedad de viceversas que se le pueda a uno imaginar, y la muerte de uno de los más importantes funcionarios del pequeño «gobierno» local.

Luego de leer de cabo a rabo el libro siento que no es tan así. Las «guerras» que se traban a través del libro son tan comunes como Harry Potter era mágico. A mi parecer, son todas aquellas pequeñas desgracias cotidianas que te quitan las ganas de salir de la cama por las mañanas.
Si Harry Potter era fantástico y ocurrente, este libro es tristemente mundano y reproducible a la vuelta de la esquina.

Y ahí es cuando creo que entra la genialidad de Rowling.
Lamentablemente una de las cosas de las que muchos -demasiados- lectores de Harry Potter no se percatan -o al menos no terminan de incorporar- es que es, entre otras cosas, un libro contra el racismo.
Todos ya sabemos como los magos son todos iguales sin importar de qué tipo de familias vengan, pero… ¿Qué hay entre muggles y magos? Ciertamente no creíste que por tener magia eran mejores que nosotros (por favor, decime que no)…
La realidad es que Potteruda como soy, me ha tocado leerlo y escucharlo por doquier. Gente que no capta que la idea es que la segregación es «mala». Que no podemos vivir todos juntos en armonía y la mierda que es eso. Porque por lo visto no basta el sufrimiento por el que tuvieron que pasar Harry, Hermione y muchos ortos personajes para entender que la coexistencia tiene que ser un objetivo…
Pero aun así, en juegos de rol (y en la vida misma) me canso de leer y escuchar a gente -muy fuera de personaje- desmereciendo a los muggles (mucha gente muy en serio) y causándome increíbles ganas de preguntarle «¿Es que no te quedó nada del maldito libro?».

(Me ha tocado leer blogs enteros de gente hablando de su vida cotidiana en términos de muggles y mundos mágicos y si bien me consuela la idea de pensar que esa gente es psicótica, ese racismo -si bien literario- no deja de ser real).

Y quisiera creer que es un sentimiento similar el que impulsó a Rowling a escribir «The Casual Vacancy». Si la leyeron tantos ¡chicos! con que tan solo un pequeño porcentaje lea «The Casual Vacancy» -sea de curiosa, cholula o simple y puramente Potteruda- ya basta. Si el mensaje no fue suficientemente fuerte en la saga de Harry Potter, creo que lo es en «The Casual Vacancy».

Y esta vez ni siquiera se trata tanto del racismo. Es inclusivo con todos los odios: entre jóvenes y adultos, entre géneros, preferencias sexuales, religiones, etnias y principalmente: clases. Tampoco se salvan las intolerancias a las diferentes aptitudes, sanos y enfermos, etc.
Nadie se salva.
Se trata de todas esas cosas que nos conforman y nos hacen peores personas. Y si es genial que alguien hable de esto, es increíble que alguien le hable de esto a los chicos.

Así que sin espoilearte te digo: leé «The Casual Vacancy». Calculo que en algún pequeño rincón te vas a encontrar.

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