Lexicon Natzi

Talvez me esté volviendo vieja (o talvez simplemente me tocó un día crecer) pero cada día tengo menos tolerancia hacia la gente intolerante. Dicho así hasta que suena bien, pero después me acuerdo que nunca fui muy conocida por mi paciencia. Mea culpa, mea culpa.

Así las cosas le pierdo la paciencia con los mentados Grammar Nazi. O sea, comparto con cualquiera el disgusto por ver a mi pobre y viejo idioma mutilado, pero cuando se vuelven «más papistas que el Papa» ya no da.
Una cosa es no tolerar a la gente que insiste en escribir mal y llega al punto de no entendérsela, otra cosa muy diferente es ir por la vida corrigiendo tildes con un fibrón gordo.

Cualquier pichón de comunicador sabe que la lengua no es estática, pero curiosamente la mayoría se niega a aceptar que aquello que te enseñaron en la escuela no va a valer para siempre. Y es así nomás, ¿o quisieras escribir farmacia con ph, Buenos Aires con Y?

Así las cosas llega una edad en que es de lo más fácil distinguir al Grammar Nazi por amor al idioma, del hinchapelotas que solo quiere demostrarte que habla mejor que vos. ¿Cómo se hace? Para empezar hay que abrir la cabeza y abrazar aquél montón de cosas que en la escuela te enseñaron que eran erróneas y ahora son perfectamente correctas.

Un perfecto ejemplo es el del tilde diacrítico, e inmejorable es el caso de «sólo» y «solo». Hace 10 años ya se hablaba de que no era regla distinguirlos. 10 años, eh?
¿Ahora? Pues por poco la RAE no dice que distinguirlos por escrito es en sí un error  y que hay que ser muy HDP para usarlos en un contexto en que no se diferencien. ¡Lean la última actualización si no me creen!
Personalmente me horroriza que haya gente que use este ejemplo para hablar de «escribir mal». >_<

Otros casos son los de palabras como «presidenta» o «médica». No sé Uds. pero en la escuela me enseñaron que esas palabras no existían. ¿Ahora? A comerse lo aprendido con mayonesa Hellman’s.
El caso es que el idioma no lo decidís vos, ni la maestra ni el catedrático: Lo hacemos todos. Especialmente aquella masa empobrecida y que no terminó el secundario que tanto despreciás. El uso es lo que hace a la lengua, y por más que no quieras, de tanto decir «presidenta», eventualmente pasa a ser correcto.

Y para eso ningún mejor indicador que la RAE. Al ser un organismo tan cuadrado a la hora de los neologismos y los nuevos usos es siempre el último en agregar las cosas que ya todo el mundo usa. Esto hace a la RAE un perfecto índice de lo pasado de moda y claro: Nadie le va a ir a discutir a la Real Academia.

Y al fin y al cabo ¿qué tanto? No sos mejor que nadie por decirle «Presidente» a la Cristina (o a Dilma, ya que estamos).
Me recuerda un caso que sucedió hace unos meses en un foro que modero, en que una chica de algún país sudamericano (que no recuerdo) creó un thread sobre «Suramérica».
Todo perfecto con esta chica y su thread, hasta que vino un papanatas a insistirme que le cambiara el título. Después de una pasadita por el sitio de la RAE, mandé a Mr. Papanatas a leer el mataburros antes de querer corregir lo que, para empezar, no está mal.
Lo que me respondió (y cito textualmente):

«Sorprendidamente aprendi algo nuevo»

No pude contenerme y lo mandé, no a la madre que lo parió, sino a la primaria.

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