Torta de canela para todes

Empecé a escribir esta entrada en mi celular hace algunas semanas. Pero lógicamente las cosas no podían salir bien y jamás se guardó. Fue mucho tiempo sin cocinar cosas nuevas, realmente lo extrañaba.

La inspiración de esta torta viene de algo que mis compatriotas brasileños llaman «torta churros». Básicamente es un bizcochuelo de canela con relleno/cobertura de dulce de leche. La receta original la saqué de algún portal de recetas, pero la modifiqué más a mi gusto. Más que nada le dupliqué la cantidad de canela, porque no me parecía suficiente.

Es muy parecida a la torta de canela de Majo, pero sinceramente esta me gusta más.

Torta de canela con cobertura de dulce de leche

  • 3 huevos
  • 1 taza de azúcar
  • 1/2 taza de aceite
  • 1 taza de leche
  • 2 tazas de harina 0000
  • 1 cucharada sopera de polvo de hornear
  • 2 cucharadas soperas de canela molida
  • 1 pote de 400 g de dulce de leche común (no repostero) a temperatura ambiente

Precalentar el horno a 180°C.

Batir los huevos y el azúcar en alta velocidad durante al menos 5 minutos.
Bajar la velocidad al mínimo y mezclar el aceite y la leche.

Agregar la harina tamizada, el polvo de hornear y la canela. Mezclar (no batir) hasta unir en una masa medio líquida.
Mandar a un molde engrasado (o no, si se usa silicona) y cocinar por 60 minutos aproximadamente.

Una vez frío desmoldar. Verter el dulce de leche (tiene que estar flojito) como una salsa y mandar a la heladera para que el dulce de leche tome consistencia.

El veredicto

Hice esta torta tantas veces que mi molde adquirió un hermoso perfume a canela. La primera vez la hice para Mis Brujas con premezcla sin TACC. Debo decir que me sorprendió lo bien que quedó. El único que tuvo reparos fue Facu, que siente cierta textura diferente con respecto a la harina de trigo. Yo la verdad no pude distinguir la diferencia.
Las veces siguientes que la preparé (ya con harina de trigo) solo hubo elogios. El sabor es intenso sin ser agobiante y la masa es increíblemente esponjosa.

Normalmente las tortas «secas» se endurecen un poco en la heladera, pero esta se mantuvo siempre como una nubecita. De hecho recientemente vendí una y tuve que tener cuidado al envolverla y entregarla, ya que temía que ante cualquier golpecito se fuera a hundir. Podría haber probado a ver cuánta presión aguantaba, pero la verdad no me animé.

Por último, el toque del dulce de leche le queda espectacular. Para hacer y repetir mil veces. Mi única crítica a la receta es que al ser una masa muy líquida es necesario tamizar la harina, ya que todas las veces que la preparé y no lo hice, vi que quedaron algunos grumitos de harina.

Rinde un bizcochuelo de aproximadamente 1 kg (sin cobertura).