Jarabe de vainilla

La primera vez que le presté atención al jarabe de vainilla fue cuando me pregunté que extraña magia sería la que le ponían a los milkshakes de McDonald’s que resultaban de otro planeta (sí, me gusta Mac, get over it). Ahí descubrí que estos jarabes también se usan en otras cosas (como caféses y tragos), pero al ser abstemia y no beber café (¿de qué profundo pozo me sacaron?) no tenía ni idea.
Seguí chusmeando y se me ocurrió preguntar en algún Mc qué marca usarían. Como yo no suelo frecuentar mi querido amigotchi Xio me hizo el enorme favor, y no puede creer la respuesta. ¡Sin clickbait! Realmente me sorprendió cuando me contó que la chica del McCafé le dijo que ni idea, que ellos lo reciben en una bolsa transparente.

Changos.

Seguí con mi búsqueda y descubrí que ninguno de los lugares que frecuento vende el dichoso jarabe en ninguna presentación. Chusmeé online y encontré el bendito jarabe (y en otras variedades) en MercaLibre, pero a la friolera de $250-350 (botella de 500 ml).  ¡Doble changos!

Así que seguí gugleando y vi que las recetas eran… ¿bastante simples? Como se parte de caramelo pensé que se me complicaría la cosa (soy de las que se queman, se les pasa, se vuelven a quemar) pero la verdad…

Jarabe de vainilla

  • 1 taza de azúcar
  • 1/2 taza de agua
  • 1 cucharada sopera de esencia de vainilla

Colocar el agua y el azúcar en un cazo sobre la hornalla. Revolver con una cuchara (yo uso la de madera) para disolver bien el azúcar. Cuando la mezcla empieza a hervir debemos ponerle el ojo encima y cada tanto revisar la consistencia. Esto se hace separando una cucharadita del almíbar, colocándolo sobre un plato y dejando que enfríe. Una vez que enfrió se puede controlar bien la consistencia pasándole el dedo.

Cuando llegamos a una consistencia que nos gusta apagamos el fuego e incorporamos la esencia de vainilla.
Dejamos enfriar un poco y lo pasamos a alguna botella bonita.

[box type=»warning»] Mucho ojo al embotellarlo, que si el jarabe está muy caliente puede perfectamente derretir botellas plásticas. Tener cuidado incluso con botellas de vidrio que si bien no se van a derretir, pueden quemar al tacto.[/box]

 

El veredicto

Es un problema hacer estas cosas sin conocer el producto «oficial», porque no sé a qué corno las estoy comparando. El jarabe que preparé no tiene demasiado aroma, lo que me hace desear conseguirme algún aromatizante.
El sabor es muy agradable, como para comerlo con cucharita. Queda de pelos en el yogur y si se bate con leche se logra un interesante milkshake. No tengo duda de que quede super bien con el café o como salsa sobre helado. Si te animás, este jarabe le da un excelente toque a las carnes, sea pincelado sobre una suprema a la parrilla o agregando un par de cucharadas a un wok para una salsa agridulce.

Igual lo que me resulta más loco de todo es el precio, porque si bien no sé cuán maravillosos serán los jarabes industriales no puede ser que sean TAN caros. Esta receta rinde aproximadamente 300 ml y saldrá… ¿dos mangos?

 

¿Lo mejor de todo? Se puede innovar un montón. Con este mismo jarabe se pueden hacer mil variaciones agregándole jugos frutales o esencias de diferentes sabores. ¿Y si sos ultra pero mega vago? No tengo duda de que se logre un resultado parecido diluyendo glucosa en agua tibia y agregando esencias.

 

Deja un comentario

Comentarios

Aún no hay comentarios. ¿Por qué no comienzas el debate?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *