Ciabatta de olivas

Hoy, en un arranque de locura quise cocinar. Pero cuando fui a separar los ingredientes me di cuenta que se me había acabado la harina 0000. Lo que sí tenía (y mucho) era harina 000, lo que me puso el GPS en «recalculando». Así fue como encontré una receta de pan ciabatta muy interesante… Si no fuera por el detalle de que me faltaban como la mitad de los acompañamientos.
Pero como yo soy tanto lerda como perezosa, preferí arreglármelas con lo que tenía en casa antes de ir a comprar. El resultado fue… –insertar frase clickbait-osa-.

 

Ciabatta de olivas

  • 500 g de harina 0000 (y más también)
  • 30 g de levadura fresca
  • 8 g de sal fina
  • 40 ml de aceite de oliva
  • 300 ml de agua
  • 110 g de aceitunas verdes picadas
  • c/n de orégano
  • c/n condimento para pizza (yo uso el de Día, que es picantón)

Disolver la levadura en el agua apenas tibia y luego mezclarla con la harina, la sal y el aceite de oliva hasta lograr una masa lisa. Dejarla descansar en un lugar tibio por unos 20 minutos (o lo que tardemos picando las aceitunas).

Escurrir muy bien las aceitunas y picarlas. Agregarlas a la masa, haciendo lo posible por amasar. Se nos va a hacer terrible pegote con la humedad de las aceitunas, por lo que le vamos a ir agregando más harina hasta que no se pegue tanto en las manos.

Incorporar el orégano y el condimento de pizza y amasar un poco más para integrar todo bien parejo.

Extender la masa en una asadera enharinada y espolvorearla por encima con más harina. Tapar con film y dejar levar hasta que duplique su volumen (1 hora, más o menos).

Dar vuelta la masa sobre otra asadera enharinada con cuidado de no aplastar mucho la masa. Cortar piezas del tamaño deseado y volver a espolvorear con harina.

Volver a tapar con el film y dejar levar hasta que recupere el tamaño perdido.

Hornear en temperatura moderada (180°C) por 30-40 minutos.

El veredicto

¡Mamita querida, sáquenme estos pancitos de adelante!
Mientras se cocinaban a Facu ya le estaba agarrando una pataleta. Ni bien los saqué del horno y le di un par, se los devoró como si no hubiera un mañana. Y es que estos malditos pancitos tienen una cubierta bien crocante y un centro bien suave. Tenía miedo de haberme pasado con las aceitunas o los condimentos pero quedó justo, con un buen sabor a aceitunas más el picantito del condimento de pizza.

Como esta receta está «sponsoreada» por mi querida suegra (que cada tanto me regala un montón de harina 000), quiero repetir esta receta y llevarle ciabattas el próximo finde que la visitemos. No tengo duda de que le van a encantar.

 

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