Lemon Pie

Hace varios días ya que visité a Alfonsina. Ella fue quien nos vendió un terrenito en la provincia donde -si alguna vez sobra algo de plata (¿nunca?)- planeamos construir una casita de fin de semana. Teníamos algunos asuntos que charlar con ella, así que la fuimos a visitar a su casa/oficina y lo primero que tuve que decirle fue lo lindo que estaba su limonero. A pesar de no saber gran cosa de plantas, me gusta elogiar las cosas lindas cuando las veo y ese limonero estaba todo frondoso y cargado. Tan amable fue Alfonsina que insistió que el heredero fuera y nos trajera algunos limones. Bam-bam no trajo muchos, pero entre ellos destaco un limonazo absurdamente enorme, que cuando volví a casa y lo pesé, resultó tener 460 gramos él solito.

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Así las cosas, desde ese día hubo MUCHO limón en casa. Lo primero que quise hacer -y me debía hace un montón- fue lemon pie. Nunca había hecho y la verdad se me antojaba ver cómo me saldría. Con la receta no fui muy original ya que usé la que venía en la lata de la leche condensada. Y lo digo sin culpa, porque soy de la opinión de que todo queda más rico si le ponés leche condensada.

Lemon Pie

 

 

Ahí donde no se lee la cantidad de azúcar para el merengue le puse 120 gramos.  Creo que la receta original lleva 140, pero no estoy del todo segura.

Si a uno no le molesta sacrificar algo de apariencia por practicidad puede hacer como yo, que hice merengue francés en lugar de italiano. El merengue francés se hace agregando el azúcar lentamente a las claras batidas en nieve y ya está. No mantiene el volumen como el italiano (al rato se baja), pero es mucho más fácil y rápido de hacer e igual de rico.

Supongo que no estará de más sopletear el producto final para que quede todo lindo… Pero si no me da para hacer merengue italiano, mucho menos me da para comprarme un soplete para cocinar. XD

 

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El veredicto

Esta receta da un lemon pie de la hostia. Así de claro y conciso. Bien ácido, bien dulce y con una masa crocante y firme.
¡Incluso si uno hace todo mal queda increíble! Como era la única harina que tenía, usé leudante y a pesar de tener que abrir varias veces el horno para apisonar la base (que obviamente, inventó de crecer) quedó super bien. Requirió un cachito más de cocción, pero todo bien. Como ya expliqué, también me dio pereza e hice merengue francés y no italiano, pero al final resultó solo un detalle estético.

Los comensales quedaron chochos. Pensé que les iba a parecer demasiado dulce (tal como a mí me encanta), pero Mr. Dorima dijo que quedó perfecto y el heredero a cada porción confirmaba que era «su favorito». Definitivamente volveré a prepararlo.

 

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2 comentarios

  1. Mariana

    Consejitos: papel metálico y porotos para hacer peso y evitar que leven las masas de tarta (y uno que otro pinche con el tenedor). Merengue, tip de doña Petrona C. de Gandulfo: dos cucharadas soperas de azúcar por cada clara. Y el doradito… mi abuela lo ponía en la parte más alta del horno, no me acuerdo si en mínimo o máximo, y lograba el «efecto soplete»

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