Esta torta para mí es muy controversial. No porque la haya inventado yo (¿o sí?’) sino porque me canso -lo juro- de decir que no es brownie.
Ya perdí la cuenta de la cantidad de veces que la preparé y mis comensales, super contentos, empezaron a elogiar la «torta brownie» solo para decirles que no, que es un simple bizcochuelo. Así, a secas.
La mayoría de la gente se limita a un «¿Cómo que no?» y no tengo que explicarle mucho más. Fue el gran Ale I. quien quiso más datos (creo que alguien mencionó la palabra «secreto») y pues para él -y todos los demás- un bizcochuelo super facilón que te hace quedar como alto chef.
Ah, y si realmente quieren saber por qué no es brownie no es problema explicarlo tampoco: El brownie normalmente lleva chocolate amargo (sólido) que se derrite con buenas cantidades de manteca. Esta receta lleva cacao amargo (en polvo) y aceite. Y mucha más harina que un brownie.
Así que no, gente. No es brownie, se los juro.
Pero engaña.
Bizcochuelo húmedo de chocolate relleno con dulce de leche
- 4 huevos
- 1 1/2 tazas de azúcar
- 1/2 taza de aceite
- 2 tazas de harina 0000
- 1/2 taza de cacao amargo (50-55 g)
- 2 cucharaditas de polvo de hornear
- 1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio
- 150 g de azúcar + 170 ml de agua
- 400 g de dulce de leche repostero (1 pote)
Precalentar el horno en 180°C.
Batir los huevos con el azúcar en velocidad rápida al menos 5 minutos. Agregar el aceite y mezclar hasta incorporar. Agregar la harina, el cacao, el polvo de hornear y el bicarbonato y mezclar solo hasta incorporar (no batir).
Pasar la mezcla a un molde aceitado (o no si se usa silicona) y cocinar aproximadamente 60 minutos o hasta que al insertarle un cuchillo éste salga limpio.
Mientras se cocina el bizcochuelo colocar el azúcar y el agua en un cuenco sobre la hornalla, mezclar apenas. Cuando rompe en hervor retirar del fuego y apartar para que enfríe.
Con el bizcochuelo y el jarabe ya fríos (y es que el bizcochuelo caliente es frágil) proceder al armado:
Cortar en dos capas el bizcochuelo. Humedecer la capa inferior con la mitad del jarabe y untar el dulce de leche.
Humedecer la capa superior y colocarla por encima.
Y listo.
El veredicto
Si uno se pone a pensar es un simple bizcochuelo con dulce de leche. ¿…Pero? Al quedar crujiente la cubierta y tener el interior oscurito y húmedo se puede llegar a confundir con un brownie. El dulce de leche es abundante y la capa bien gorda impresiona a muchos.
Todo junto da por resultado una torta de chocolate imposible de olvidar: crocante y húmeda al mismo tiempo y generosa con el dulce.
Es una torta que ya he hecho varias veces y es mi primera opción para llevarme a la quinta cuando espero visitas. Al no llevar cobertura no requiere mucho tiempo de preparación. Suelo armarla al revés en un tupper de helado y simplemente darla vuelta en un plato grande para servirla.
Visualmente no impresionará mucho (salvo por su capa de dulce de leche), pero cuando te la elogian sin haber preguntado, ya está.
Como dijo una por ahí, yo ya gané.
Sin palabras!! 🙂 tiene muy buena pinta!! la voy a preparar 🙂