Tanto tardé en postear esta receta que ni recuerdo ya cuando fue que la hice. Solo que mientras la hacía se me cortó la luz y que era de noche, así que tuve que terminarla a la luz de las velas (por suerte ya había batido todo).
Charlotte de 3 chocolates
- 4 paquetes de vainillas (para un molde desmontable de 22,5 cm)
- 7 g de gelatina (medio sobrecito)
- 2 cucharadas soperas de agua
- 6 cucharadas soperas de leche
- 120 g de chocolate amargo
- 120 g de chocolate blanco
- 3 cucharadas soperas de cacao dulce (Nesquik o similar)
- 600 ml de crema
- 600 g de mini alfajorcitos (2 paquetes de 300 g)
- Cinta de raso (cantidad necesaria)
Forrar con las vainillas la base y los laterales del molde. Con paciencia cortar los bordes de las vainillas de la base, así las de los laterales se encastran mejor.
Dividir en dos la gelatina y colocar cada mitad en un recipiente pequeño. Hidratar cada mitad con una cucharada agua y dejar reposar.
Batir 1/3 de la crema hasta formar picos suaves.
Colocar el chocolate blanco, la mitad de la leche y una de las gelatinas en un recipiente y derretir todo junto en el microondas o a baño María (o mucho cuidado si es directo sobre la hornalla).
Dejar enfriar e incorporar con movimientos envolventes a la crema batida.
Verter en el molde forrado con vainillas y alisar.
Armar otra capa de vainillas y preparar el mousse de chocolate amargo tal cual el de chocolate blanco.
Verter sobre la segunda capa de vainillas.
Mandar a la heladera por 8 horas (o menos, pero dale un buen frío para que no se desarme el postre).
Luego de estar varias horas en frío las vainillas soportan el peso del mousse y se puede abrir el molde. Antes de retirarlo de la base atar la cinta alrededor de las vainillas y terminar con un lindo moño. Ahora sí desmoldar y emplatar.
Batir el último tercio de la crema con el cacao dulce y colocar sobre la capa de mousse. Volver a alisar.
Cortar la mitad de los alfajorcitos a la mitad y desparramar sobre la crema. Decorar con el resto de los alfajorcitos enteros.
El veredicto
Hacía tiempo que le tenía ganas a alguna de estas Charlottes llenas de vainillas, así que lo considero tachado de la lista. Siempre pensé que sería IMPOSIBLE armar la base del postre con las vainillas, y la verdad no resultó tan terrible. Con ese tamaño de molde las vainillas se encajaron casi que a la perfección sin caerse demasiadas veces en el intento. ¿El secreto? cortar los bordes de las vainillas de la base para que encastren justas las de los laterales.
El mayor inconveniente que tuve fue el apagón que me agarró justo antes de terminar el segundo mousse. Tuve mucha suerte, ya que lo único que me faltaba era mezclar la crema con el chocolate. Me quedó medio veteado por hacerlo a luz de vela, pero quedó riquísimo igual.
