Helado de frutilla decente

Como vengo diciendo hace tiempo (y preparando hace años) el helado de frutilla es difícil. ¡Hay que lidiar con todo el agua que tiene la bendita frutita para lograr un helado como la gente! Esta es una versión mejorada de la receta a la que llamo «Helado de frutilla hinchapelotas«. ¿Cuán mejorada? Pues digamos que es bastante menos hinchapelotas. Si estabas con ganas de probar la versión hinchapelotas, ni te gastes y probá esta que está bastante mejor.

Helado de frutillas

  • 800 g de frutillas sin cabitos ni hojas
  • 60 ml de alcohol (vodka, ron blanco, etc)
  • 100 g de azúcar
  • 1 lata de leche condensada (o 1 receta)
  • 15 ml de jugo de limón (1 cuchara medidora)
  • 500 ml de crema de leche o Fleiscream

Separar 200 gramos de las frutillas y cortarlas en pedacitos chiquititos. Colocarlas en un frasco con el alcohol y el azúcar y dejar macerar en la heladera por al menos 2 horas.

Mientras esperamos, procesar el resto de las frutillas y pasarlas por un colador, separar el jugo y agregarle el jugo de limón. Colocar la pulpa en un frasquito, ya no la necesitaremos (¡no me la vayas a tirar!).

En un bol grande batir la crema hasta que esté bien firme, agregar la leche condensada y batir un poco más para incorporarla. Agregar el jugo de las frutillas y seguir batiendo hasta que todo tome un color uniforme. Mandar al freezer hasta que se cumplan las 2 horas del macerado de las frutillas.

Cuando se haya cumplido el plazo, retirar las frutillas maceradas de la heladera y colarlas. Incorporar la fruta escurrida a la crema helada. Agregar 30-45 ml (2-3 cucharas medidoras) del líquido a la crema helada. Mezclar bien y mandar de nuevo al freezer.

 

El veredicto

Esta receta mejora algunos de los aspectos de la otra en la cual se basa. ¿El primero? La hinchapelotez. Haber podido eliminar un par de ingredientes le resta complejidad a la cuestión.
El segundo aspecto (y probablemente el más importante) es el sabor. Haberle eliminado la sal se nota y queda mucho mejor. Lo mismo haberle agregado leche condensada (ante la cual siempre fui completamente parcial). Tal vez en esta versión se note un poco más el sabor del alcohol… Pero si a mí que soy abstemia no me molesta, dudo que al resto de la gente sí.
La textura y el color realmente no cambian como para evaluarlos.

Los sobrantes

Al igual que con la otra receta, sobra un poco de alcohol frutilloso y otro poquito de pulpa, que juntos pueden combinarse en un licorcete que no está para nada mal. También se puede usar como base para algún miserable daiquiri. Por las cantidades que se manejan no me parece que valga la pena transformarlo en mermelada como en la otra versión.

 

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