Normalmente no soy una persona que le guste comprar cosas, mucho menos para sí misma. Siempre fui más del tipo tacaño, que piensa al menos 5 veces antes de comprarse cualquier cosa… ¡que realmente necesita! Pues este no fue el caso. No eran cosas nada necesarias, sino más bien de capricho. ¡Y ni siquiera lo tuve que pensar demasiado!
Resulta que descubrí un interesante cotillón con un excelente surtido de parafernalia de cocina no muy lejos de casa. Así las cosas tuve que comprarme: Una manga con 4 boquillas (¡me debía una como la gente hace mucho!), un cornet pequeño (que me quepa en el bol), colorantes líquidos (porque me harté un poco de los en gel) y un posa-torta giratorio (porque se me place).
Así las cosas TENÍA que probar aunque sea alguna de las cosas que compré. Justo ayer hice una torta con manzana (deliciosa, pero horripilante a la vista) así que no daba para hacer eso, así que mejor estrenar directo la manga. Recordando los merenguitos que están tan de moda (y que el merengue no me mueve un pelo) decidí buscar alguna receta de galletitas moldeables con manga (en realidad cualquiera que no crezca).
La receta es completamente robada de acá, aunque yo la dividí en tres colores y no en dos.
Galletitas de manteca
- 40 g de manteca o margarina
- 40 ml de leche
- 40 g de azúcar
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 90 g de harina (NO leudante)
- colorante (yo usé líquidos en rojo, amarillo y azul)
Derretir la manteca y precalentar el horno a 180° C.
Asegurándonos de que la manteca esté derretida pero tampoco muy caliente, le incorporamos la leche, el azúcar, la esencia de vainilla y mezclamos bien.
Dividir en 3 contenedores pequeños, agregar el colorante y mezclar.
Dividir la harina en 3 e incorporarla a cada uno de los colores mezclando bien.
Meter las 3 masas en una manga pastelera cuidando de que no se mezclen entre sí los colores (los colores se unirán al extruir la masa). Darle forma a las galletas con la manga, sobre una placa para horno. Para las mías usé un pico abierto con forma de estrella, pero cualquiera sirve.
Mandar al horno por unos 13- 15 minutos. Cuidar bien de que no se pasen para que no se modifique el color.
El veredicto
La verdad es que es una receta muy cómoda. Tiene pocos ingredientes como para memorizarla fácilmente, y en pocas cantidades como para sacarse el gustito sin hacer de más. Diría que es una cantidad como para compartir entre dos o tres personas.
Lo único que cambiaría sería agregarle más azúcar, ya que no es muy dulce que digamos. Para todo lo demás está perfecto: Toma perfectamente el colorante líquido y al cocinar se vuelve bien crocante.
