Yo solía pensar que me había casado con el fanático número uno de Mega Man… Y por un tiempo fue cierto. Aunque solo hasta que me tocó parir a un fanático mucho mayor.
Creo que todos los «padres del nuevo milenio» tenemos el mismo problema: Los niños van a YouTube buscando su programa favorito de la tele y terminan enganchando cosas que les vuelan la cabeza mil veces peor que la tele.
Y a mí esto me parece genial, ya que no es nada raro que los enanos aprendan a leer y escribir solo para hacer las búsquedas ellos solitos y el horizonte de gugleadas que eso les abre… Con el detallito de que lo más probable es que en tu país no vendan merchandising de esa serie, juego, etc.
Fue a los 3 años que el heredero descubrió los videojuegos, de la mano de la Nintendo de su padre. No tardó demasiado en enamorarse del Blue Bomber de Capcom. Pasó de jugar los juegos a ver cuánto videito en YouTube encontrara y cada tanto venía el pedido de «¿Me hacés un traje de Mega Man?». Pucha ¿será posible, tan chico y tan cosplayer?
La manualidad de hoy (hecha anoche) la tenía pensada creo que hace más de un año y de haber sabido que iba a ser tan rápida de hacer, definitivamente no la habría pospuesto tanto.
Ni sé en qué momento habrá sido que lo vi: que los contenedores plásticos de huevos de pascua (estilo Kinder grandotes) tenían la exacta forma del Mega Buster, solo que dado vuelta. ¡Era solo cuestión de pintarlos un poco!
Materiales
- Un contenedor plástico de huevo de pascua
- Pintura acrílica (colores primarios + blanco y negro o comprar los tonos necesarios)
- Huevera, tapitas o donde sea que tengan para mezclar la pintura
- Pincel
- Escarbadientes (opcional)
- Cutter y/o tijeras
- Pegamento (pistola encoladora o algo de similar fuerza)
- Una bolsita plástica chiquita (estilo farmacia)
- Cinta aislante
Lavar y secar bien el contenedor del huevo (casi siempre le queda alguna miga de chocolate).
Antes de empezar debo aclarar que toda la pintura se realiza por el lado de adentro del contenedor. Así no solo no se arruina la pintura con el «uso», sino que se tiene una terminación plasticosa re pro.
Empezar con el negro y delinear las partes que lo requieran (el indicador lateral, detalles de la punta, etc). Las vetas (¿o son canales?) del contenedor ayudan bastante a que salga más o menos parejo, pero si de casualidad el pulso no ayuda, a no desesperar: Una vez que la pintura esté seca se puede raspar con un escarbadientes o similar para corregir el trazo.
Seguir con el azul y preparar un montón. Asegurarse de que la pintura cubra parejo, si es necesario (y para mí lo fue) darle dos manos. A no olvidarse de pintar bien las partes donde el contenedor se une para cerrarse y donde engancha el vasito del pie.
Seguir con el amarillo (que en mi caso necesitó barbaridad de manos), un celeste más claro en la punta del buster y el obligatorio rojo.
Una vez que esté todo pintado y seco pegar el vasito para garantizar que no se nos desarme el contenedor al cortarlo. Cortar la abertura para la mano y pegar los laterales para que no se abra.
Si se usa una bolsa estilo camiseta, cortarla y colocarla como forro dentro del buster. Esto es para proteger el trabajo y que el niño no despinte el buster al jugar. Asegurarla con la cinta aislante al borde del contenedor.
Supongo que se puede usar cualquier otra cinta, pero la aislante al ser gruesa y plástica también suaviza el borde del plástico. No nos vaya a raspar el bracito del crío, ¿no?
Y c’est fini.
La verdad es que con un poco de basura y algunos otros materiales (¿quién guarda esas hueveras realmente?) se puede hacer un chiche super específico muy copado. Es más: si se es re pro bien se podría colocar un LED en la punta. En ese caso obviar la pintura roja (o usar para vidrio).
Los dejo que estoy ocupada, que me acaban de pedir el buster de Protoman. Menos mal que me guardé varios plásticos de las páscuas pasadas…
