De tacos y bodas

Este fin de semana fui a la boda del buen amigo Silberstein.
Talvez Uds. no lo recuerden (y de hecho es mejor así), pero con Mr. Silber estuvimos, hace unos doce años ya, concursando en Tiempo de Siembra.

De más está decir lo mucho que me divertí en su casorio y que estuvo de 10. Pero no vine acá para hablar de eso, sino de algo que vi en dicha boda.

Recién terminada la ceremonia y saliendo del templo, vi algo que me dejó estupefacta. Se trataba de una chica muy mona, de alrededor de 20 años.

Con los tacos más hermosos del mundo. 

Ok, exagero. Se trataban de tacos moy lindos y moy altos, de esos que llevan una tirita alrededor del tobillo y que combinados con sus lindas piernas, le quedaban de maravilla a la señorita.

En algún momento le comento a Mr. Marido y al verla, me dice que tiene algo extraño, que camina raro.

Ahí fue cuando el fondo se puso dramático y se me cayeron dramáticas lágrimas animescas: La chica caminaba detrás de sus tacos, cancelándole automáticamente todo el encanto que le daban esos maravillosos zapatos.

Ninguna ciencia, obvio: Es sacar pecho y cola, chupar panza y dar pasos un tanto más cortos que lo usual. También es domar los zapatos con anticipación, así no se tienen sorpresas de ningún tipo.La verdad no sé de donde surge, pero cada vez me toca ver más chicas que no saben andar en tacos.
No es que yo sea gran gurú (de hecho mi anatomía ni está diseñado para tales menesteres), pero cuando tenía como 11 o 12 años y al ponerme tacos por primera vez en la vida, mi Má me dio un pequeño cursillo de como andar en tacones.

¿Es que hay algo más fachonísticamente patético que ver a una chica linda y bien vestida caminando como un pato? Porque será super machista y todo lo que quieran, pero una mujer que camina toda descaderada se termina viendo vulgar.
…Y ni hablar de como se jode la espalda y la cintura.

Haruka Inui ya lo había ilustrado muy bien en su manga «Ogenki Clinic».


Así que muchachas: a sacar pecho al andar con tacos. …O ponerse chatitas con tal de no hacer el ridículo. Así las cosas tuve que contenerme toda la noche para no atracar a la muchachuela y robarle el calzado por poco digna.

Y muchachos: si ven a sus chicas andar de esta manera, dénles una muy merecida palmada en su nalga favorita. Van a ver lo majas que quedan cuando corrigen la postura.

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